PRÁTICA PROFISSIONAL E ÉTICA


  • A prática profissional e a ética voltadas para a área da Ciência da Informação.

PRÁTICA PROFISSIONAL E ÉTICA: FORMAR O LEITOR?

No último texto que enviei para esta coluna em dezembro de 2008, conclui com a afirmação de que o dever ético do bibliotecário brasileiro é cuidar de formar leitores mesmo antes de atender à formação de usuários de informação. Afirmei também que esse profissional tem que dizer isso, fazer isso, defender isso e fazer tal defesa de forma tão competente que possa influenciar positivamente aos tomadores de decisão política e econômica em quaisquer circunstâncias em que decidam sobre os investimentos na formação humana. Considerei, além do mais, que esse compromisso profissional alcança a escola de biblioteconomia porque a realização dessa meta depende, em parte, do conteúdo e do processo de trabalho dessa escola.

        

Quero, por isso, neste momento, me estender mais sobre essas idéias.

 

Há uma linha de pensamento e ação na Biblioteconomia brasileira, cujo desenvolvimento vem se fazendo em anos bem recentes. Sua orientação caminha no sentido da formação do leitor pelo bibliotecário mas, via de regra, com o viés da escolarização. Eu, particularmente, não creio que este é o único ou o principal caminho a ser utilizado pelo bibliotecário. Acho que o principal caminho a ser defendido e empregado pelo bibliotecário na formação de leitores deve passar pelo esforço de reunir vários outros profissionais e ambientes de atuação na formação de leitores. Penso que devem ser levadas em conta as várias possibilidades de organização de ambiente bibliotecário (bibliotecas formais e informais), de ambiente escolar (escolas formais e informais), de ambiente lúdico (o circo, o clube, os campos de desportos vários) etc. A capacidade de reunir e fomentar a idéia em torno da leitura, que leva ao envolvimento de vários profissionais e ao uso de diversos ambientes coloca-se na direção da formação no bibliotecário de uma capacidade pluri-articuladora, pluricomunicativa que, de outro lado, pode ser representada por idéias contradiscriminatórias.

 

Exemplos de idéias contradiscriminatórias podem ser observados em um texto que se refere a modos de como proceder em uma biblioteca pública, visando torná-la mais amplamente acessível aos públicos que podem procurá-la ou que ela pode construir.

 

Algumas dessas idéias estão compiladas no artigo Cincuenta ideas para sorprender desde la biblioteca pública. Publicado em dezembro de 2006 por BID, uma revista de Biblioteconomia e Documentação, da Faculdade de Biblioteconomia e Documentação da Universidade de Barcelona, o texto poderia estar mais centrado na idéia de acentuar o cuidado com o leitor. Entretanto, tendo em vista as alternativas que lá estão propostas e o potencial de serem oferecidas, seus autores partem do conhecimento das necessidades, identificação e satisfação do usuário em vez de considerarem primeiro o leitor. Embora eu defenda, no caso brasileiro, um acento na formação do leitor, percebo que boa parte das idéias contidas no artigo estão orientadas sob a perspectiva da pessoa que lê, que busca e que pode buscar a leitura e que, portanto, se relaciona com a biblioteca de uma forma diferente do mero e instrumental usuário.

 

Pelo necessário envolvimento dos leitores com diversos outros ambientes sociais, os quais lhes induzem a saber mais e, assim, a buscar pela leitura mais saberes ou desenvolver mais práticas que a tornem possível, indico aquele artigo como um texto que pode auxiliar o bibliotecário brasileiro a criar imagens, isto é, a imaginar como formular idéias inovadoras sobre a formação do leitor, abrindo novas frentes de diálogo.

 

O texto referido pode ser encontrado em http://www2.ub.edu/bid/consulta_articulos.php?fichero=17fenol2.htm e cada uma das cinquenta locuções apresentadas contém a idéia que a identifica, seguida de um comentário. Ilustrativamente, destaco e transcrevo dez dessas idéias. Creio que exemplificam possibilidades de formação do leitor pelo bibliotecário sem o viés da escolarização.

 

Celebrad la Navidad en el mes de agosto, y el mes de agosto en Navidad

Haced propuestas innovadoras: ¿qué os parece pasar una noche en la  biblioteca y disfrutar de una maratón nocturna de cuentos? ¿y una bicicletada popular a y librerías más cercanas? Invertir el calendario es un recurso clásico: una biblioplaya en pleno mes de enero tendrá una concurrencia inesperada.”

 

Abrid por la noche

No tenéis excusa. Se acercan los exámenes de selectividad, las pruebas finales de junio o de septiembre. ¿Por qué no abrís la biblioteca 24 h? ¿O hasta las tres de la madrugada? ¿O hasta medianoche? ¿O el domingo? Para el problema de personal y de seguridad, podríais encontrar aliados entre voluntarios de la AMPA, profesorado de los centros escolares, etc., o universitarios si es el caso. No os costará hallar personas que consideren apasionante estar al frente de una biblioteca en horas misteriosas, supervisando el uso que se hace de ella. Excepcionalmente, podéis limitar el servicio de préstamo si nadie tiene conocimientos del lector de código de barras. Tenéis una repercusión mediática asegurada, y la percepción ciudadana sobre vuestro potencial será indiscutible. Dicho de otra forma, sed una alternativa al ocio juvenil nocturno rompiendo los esquemas de los horarios de la biblioteca. Tenéis proyectos de éxito que os pueden servir de referencia más allá del sector de las bibliotecas públicas, por ejemplo en la Universitat Pompeu Fabra o la Universitat de Barcelona. Biblioteques de Barcelona mantiene abiertas en horario nocturno cuatro salas de estudio.

 

Volved a la escuela

Y ofreced los servicios como expertos bibliotecarios que queréis crear sinergias de trabajo. Seguro que el responsable de la biblioteca escolar os lo agradecerá. Comenzad por las guarderías y acabad por las escuelas de adultos. Pasad por las clases y llevadles una selección de material o la selección bibliográfica que os ha solicitado el profesorado. Invitadles a las sesiones de formación de usuarios avanzados que programáis. Pedidle al profesor de historia que venga a dar una clase en la zona más misteriosa de la biblioteca con un trabajo real sobre los periódicos de la hemeroteca histórica. Preparad el mural de Navidad de la guardería en al patio de la biblioteca. Animad al profesorado de lengua a recitar un fragmento de Ramon Llull con los ejemplares de la colección Bernat Metge. La maestra que utiliza Pollock o Kandinsky en las clases de primaria debería poder tener unos días toda la colección de arte moderno y contemporáneo. Sed los primeros en saber cuáles son los trabajos de investigación que se impulsan desde bachillerato. Coordinaos con los equipos docentes del municipio o barrio para saber el calendario curricular; qué enseñarán y en qué momento del año lo harán.

 

Preparad el mes de la erótica

¿No tenéis creada aún la sección de narrativa erótica? Pues aquí tenéis una propuesta que no dejará indiferente a nadie, coincidiendo, por ejemplo, con la primavera: el mes del erotismo. Además del ciclo de actividades (lectura de poemas eróticos para a adultos, acompañados de una copa de cava, por ejemplo), explorad las posibilidades de la biblioteca en una temática que no es un tabú. Además de la narrativa erótica, podéis añadir las películas que tienen un alto componente romántico, los manuales de kamasutra, las obras de terapia sexual, los cómics que incluyan contenidos picantes, la música sensual, la sexualidad explicada a los más pequeños, etc. Decorad convenientemente el espacio donde tengáis este servicio, y aliaos con la concejalía de juventud para que facilite preservativos a los jóvenes y no tan jóvenes que obtengan el carné durante este mes tan especial. ¿No querías ver crecer las estadísticas en este segmento de la población?

 

Sacad los libros a la calle

Conseguid un mobiliario que permita exponer (si puede ser, también trasladar) los documentos de la biblioteca a cualquier lugar. No ha de ser un bibliobús. ¿Recordáis la fiesta de Sant Jordi? Anualmente libreros y asociaciones montan paradas eficaces de libros sin ningún problema. Sois profesionales y, por lo tanto, podéis perfeccionar este método para desplazar la selección documental donde se precise: al mercado, a la estación de tren, a la escuela, al ayuntamiento, a un acto del instituto de estudios locales, a los multicines, a la manifestación, al campo de golf, a las ferias, a la playa, a la piscina, a la pista de hielo, al geriátrico, al hospital, a la calle, etc.

 

Abrid las puertas a los curiosos

Cualquier excusa es buena para hacer una jornada de puertas abiertas. Sant Jordi, la fiesta mayor del municipio o del barrio, el Día de les Escuelas, etc. Preparad a conciencia la visita guiada y mostrad lo que se conoce y lo que no se conoce de la biblioteca. Especialmente esta última parte. Convertid a los visitantes en "bibliotecarios por un día": los almacenes, cuáles son los circuitos de trabajo del personal, dónde se guardan las novedades que están pendientes de ser expuestas, dónde se restauran los materiales deteriorados, anécdotas sobre lo que pide el público, qué significa catalogar un document o quién prepara los tejuelos. A todos nos gusta conocer los interiores de los equipamientos desconocidos, y mediante esta fiesta tenéis la oportunidad de reforzar vínculos con los usuarios actuales y llegar a no-usuarios. Lo hacen los hospitales, las cárceles, las escuelas, los ayuntamientos. Normalmente es un éxito de público y tiene repercusión en los medios de comunicación locales.

 

Visitad a los no-usuarios en casa

Podéis empezar haciendo un sondeo telefónico y, si tenéis más recursos (o si utilizáis conocimientos prácticos), podéis conocer las zonas del área de influencia que están menos trabajadas. Seguro que existe una urbanización, un barrio desatendido, que desconoce que hay una biblioteca pública. Preparad una campaña de difusión a medida para estos vecinos y no os olvidéis entrar en contacto directo: ¿qué os parecería presentaros a la reunión de la asociación de vecinos?

 

Integraos en la lectura fácil

El concepto de "lectura fácil" se aplica a los materiales elaborados con un cuidado especial con el objetivo que puedan ser leídos y entendidos por todos los que tienen dificultades lectoras o de comprensión. Solo un 6 % de les bibliotecas catalanas consideran que tienen material adecuado para este segmento de público, el cual se tiende a sustituir por obras para personas con dificultades visuales (libros de letra grande). Sin duda, es una apuesta que las bibliotecas públicas han de asumir si quieren ser útiles a personas con dificultades lectoras transitorias (inmigrantes, neolectores, jóvenes con escolarización deficiente) o permanentes (disléxicos, personas con trastornos neuropsicológicos, senilidad, etc.). La integración de colecciones dedicadas específicamente a estos colectivos, por otra parte, permitirá llegar directamente e indirectamente a públicos que en la actualidad quedan excluidos de la biblioteca, y también a los servicios públicos que tienen relación con el colectivo (servicios sociales, escuelas de adultos, ONG, prisiones, centros sanitarios, etc.).

 

Ofreced a los usuarios el recibimiento que se merecen

Ya sabéis que los dos primeros minutos son cruciales. Unos espléndidos ramos de flores en la entrada del equipamiento gustarán, y mucho, a todos los usuarios; un perfume agradable; caramelos para paliar el tiempo de espera mientras se prepara un nuevo carné, etc. ¿Qué ambiente queréis para la biblioteca? Jugad con los olores y las luces; con las texturas. Poned complementos decorativos. ¿Por qué no os decidís a ser la nueva estrella de Casa y jardín? En serio: haced un ejercicio de abstracción y pensad ¿cuál es la acogida que os gustaría recibir? ¿En qué lugar os habéis sentido realmente cómodos al entrar? No es necesario decir que el primer punto a cuidar es la actitud. Seguro que sabréis ser los mejores anfitriones.

 

Cooperad con otros profesionales. Por ejemplo, enviándonos nuevas ideas

A los profesionales de las bibliotecas siempre nos ha interesado compartir ideas y propuestas. Estas cincuenta ideas que hemos presentado son una cata. Sabemos que estáis llevando a cabo muchas propuestas que hemos explicitado, o que estáis realizando otras más interesantes. Los autores os agradeceremos el envío de nuevas ideas o de experiencias que queráis compartir.

 

 

Evidentemente, essas idéias não são todas inéditas; elas certamente têm sido, com maior ou menor complexidade, desenvolvidas em vários países, regiões e municipalidades mundo afora. Contudo, idéias como essas convencionalmente não são trazidas como casos de boa prática profissional para estudo nos Cursos de Biblioteconomia brasileiros. Seja porque esses cursos não inserem e nem aprofundam disciplinas sobre a sociedade e seus aprendizados; seja porque esses cursos concentram-se em mais e mais técnicas; ou seja porque a noção de gestão de coleções ainda tenha mais peso que a relação da instituição bibliotecária com a sociedade, o fato é que isso não está em seus currículos formais ou vividos. Aproximadamente há cinquenta anos, desde quando no Brasil se começou a misturar Documentação com Biblioteconomia e, mais tarde, Biblioteconomia com Ciência da Informação, deu-se início e desenvolveu-se um esforço de distanciamento da escola de biblioteconomia brasileira de sua instituição matriz, a biblioteca. Assim, progressivamente, a Escola de Biblioteconomia ao sustentar essa distância teórica e essa menor valorização da biblioteca, indiretamente reforça o desprezo pelo leitor, a pessoa, sua subjetividade e relações interpessoais. É esse o pano de fundo de uma prática ética autobastante, deontológica, em contraste com uma sociedade supostamente cada vez mais informada e, portanto, capaz de participar das decisões de que pode ser beneficiária. É essa participação nas decisões que traria a discussão sobre a formação do leitor para o interior da escola de biblioteconomia, como uma prática ética procedimentalista. Ao não referenciar uma prática ética procedimentalista, a escola de biblioteconomia brasileira mostra a incapacidade de pensar nas relações humanas que impregnam as pessoas, contribuindo com isso no reforço às enormes restrições acerca de sua formação como leitores.


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FRANCISCO DAS CHAGAS DE SOUZA

Docente nos Cursos: de Graduação em Biblioteconomia; Arquivologia; Mestrado e Doutorado em Ciência da Informação da UFSC; Coordenador do Grupo de Pesquisa: Informação, Tecnologia e Sociedade e do NIPEEB