Daños estructurales a bibliotecas, museos, archivos e iglesias durante del movimiento telúrico de 8,8 grados en la escala de Richter que sufrió Chile.

Iglesias, museos, bibliotecas, patrimonio nacional y de la Unesco. Ninguno se salvó de la violencia del movimiento telúrico de 8,8 grados en la escala de Richter, que abrió una grieta cultural justo en el año de la celebración del bicentenario de Chile.

Era de esperar. En 2007 con el terremoto de Tocopilla muchas iglesias históricas se vinieron abajo; ahora con un nuevo movimiento telúrico, esta vez en la zona centro-sur y con un grado más en la escala de Richter, el resultado fue similar: muchas cúpulas, campanarios y estructuras de las construcciones más antiguas del país terminaron sobre el asfalto.

También cayeron a la calle pedazos del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), del Museo Nacional de Bellas Artes en su interior, se ladeó la cúpula de la Biblioteca Nacional y aparecieron grietas en el Teatro Municipal.

El Archivo Nacional, el Museo Histórico Nacional y el Centro Patrimonial Recoleta Dominica resultaron con daños que también los mantendrán cerrados a público durante los próximos días mientras se evalúan posibles daños estructurales, justo en el año del bicentenario.

Sin embargo, el fin de semana los chilenos sacaron sus cámaras fotográficas y, como nunca, visitaron las construcciones para inmortalizar sus derrumbes. “Es una tragedia”, graficó el director del MAC, Francisco Brugnoli, “ojalá que tomemos conciencia de lo que significa la destrucción del patrimonio”.

(Correo BiblioPolitico, n.415, 28/02/2010)