GERAL


RECIBE EL RECINTO DE BUENAVISTA 4 MIL PERSONAS POR DÍA, MÁS QUE NINGUNA OTRA DEL DF


Julieta Riveroll

 

MÉXICO, DF.- El 42 por ciento de los visitantes que han acudido a la Biblioteca Vasconcelos son usuarios de internet, y sólo el 2 por ciento cuenta con credencial de préstamo de libros a domicilio, informó Jorge Von Ziegler, director del recinto, a 100 días de la apertura del proyecto cultural más importante del gobierno foxista.

 

La mayor parte de los 4 mil asistentes que asegura recibe a diario la biblioteca consultan de manera gratuita internet, por lo que varios bibliotecarios hablan ya de su conversión en un "cibercafé".

 

Durante varios recorridos por el inmueble se observó que la mayoría de las personas utilizan la computadora para chatear o checar su correo personal. Este desequilibrio en un espacio que se pensó como una de las acciones estratégicas del Programa Nacional Hacia un País de Lectores, no preocupa al funcionario.

 

"Las computadoras no compiten con los libros, de otra manera no hubiéramos hecho coexistir físicamente al libro con la computadora, son dos fuentes de información complementarias, la electrónica y la impresa, y se deja a la libre decisión de los usuarios si prefieren el formato multimedia o el papel", explicó.

 

Con un costo superior a los mil millones de pesos, tanto en construcción como en equipamiento, la Biblioteca Vasconcelos abrió sus puertas el 1 de junio. Desde entonces, recibe casi tres veces más usuarios que la Biblioteca de México, a donde acuden a diario entre mil y mil 200, mientras que la Biblioteca y Hemeroteca Nacional es visitada por sólo unos 430.

 

Defectos que gotean

 

En la biblioteca aunque no caigan aguaceros hay goteras. Este y otros desperfectos, como la falta de clasificación del 26 por ciento del acervo, pisos rotos y elevadores, montacargas y baños fuera de servicio, llueven.

 

"La joda nos la llevamos nosotros porque hay que poner jergas y cubetas, secar con el mechudo, por más leve que sea la llovizna. Le hace falta otra arreglada", comentó doña Teresa, una de las empleadas de intendencia.

 

Las goteras abundan en el séptimo y último nivel del edificio. Sus huellas son visibles en la madera hinchada de los tableros empotrados, en las manchas de los pisos y mesas de lectura, y en los plásticos que cubren el mobiliario.

 

"Salvo un caso en la sección de Ciencias, no afectan de manera importante al área de estantería, sino más bien a los costados, donde están las salas de lectura. Hemos tenido humedades en equipo de cómputo y en muebles, los que están empotrados y no se pueden desplazar cuando cae agua", admitió Von Ziegler.

 

El titular de la Dirección General de Bibliotecas del Conaculta reconoce que la humedad puede afectar a los libros y que una de las áreas que más se inundan son las oficinas administrativas, en la planta baja, pues el agua se filtra por las juntas que unen la cancelería con el techo y las losas de cemento.

 

Fallas humanas y tecnológicas

 

En seis de los siete pisos del edificio hay estantes cerrados, y en ellos se resguardan algunos de los 150 mil libros sin clasificar y, aunque cuentan con sellos de la biblioteca, varios carecen del sensor de seguridad como pudo verificarse durante el recorrido.

 

 "Provisionalmente se ocuparon zonas de la biblioteca con material que no pertenece a esas colecciones (en Bellas Artes, por ejemplo, hay títulos como Análisis geoeconómico del sistema regional de la sierra Tarahumara), tiene gran movimiento porque está siendo clasificado".

 

Para el usuario, hallar un libro implica adivinar el criterio del catalogador pues Los demonios del Edén, una investigación periodística sobre la pornografía infantil escrita por Lydia Cacho, se localiza en la sección de religión, junto a títulos como La Biblia y sus secretos y Apócrifos del libro.

 

La mala catalogación también impide, señaló una bibliotecaria, que los primeros siete volúmenes de la decena que integran la Historia gráfica de la Revolución Mexicana, se presten a domicilio a pesar de que hay suficientes ejemplares.

 

"Es una proporción mínima la de estos materiales y en cuanto se detecta un error de este tipo, que en algunos casos es por falta de conocimiento de los clasificadores, se corrige en un día. En un universo de 90 mil títulos, de los cuales están catalogados 70 mil, es difícil saber cuáles no han sido correctamente catalogados", añadió el director.

 

Algunos libros que aparecen en la base de datos no puedan localizarse en la estantería porque todavía no se les pega la etiqueta de clasificación, porque se prestaron en sala o a domicilio, están perdidos o ubicados en un estante que no corresponden, dijo.

 

Von Ziegler ha recibido entre 15 y 20 reportes semanales de libros ya clasificados que no figuran en la base de datos o no están registrados en la máquina de autopréstamo a domicilio, por fallas en la etiqueta de "radiofrecuencia", donde están contenidos los datos de cada ejemplar.

 

Al menos en dos ocasiones, durante un lapso de tres meses, la caída del sistema ha impedido que los usuarios realicen la búsqueda bibliográfica en el catálogo en línea, pues está conectado a internet y si falla la conexión no se tiene acceso al acervo digital.

 

"No es algo usual. Esta semana se instalará el servidor en el edificio de Buenavista y el sistema será autónomo de la línea de internet", aseguró el director de la biblioteca.

 

Aceptó que todavía falta instalar la iluminación de algunas mesas de lectura, poner en funcionamiento los cuatro montacargas para facilitar el traslado de libros y colocar una decena de fotocopiadoras.

 

"Son afectaciones menores para el usuario, no son problemas que afecten la operación, la consulta y los servicios que presta la biblioteca", afirmó Von Ziegler.

 

Ninguna de las 360 personas que laboran en la Vasconcelos ha firmado contrato para obtener su plaza federal y por lo pronto reciben pago por honorarios.

 

"Está en trámite su regularización porque en este momento no existe la posibilidad de crear plazas nuevas en la administración pública federal. Se les han dado garantías de seguridad laboral en esta contratación por honorarios, aunque están sujetos a renovación cada año."

 

De estos empleados, un 40 por ciento cuentan con estudios en informática, 125 tienen la especialidad de bibliotecarios y el resto proviene de carreras como derecho, medicina, comercio exterior y antropología, tanto pasantes como titulados.

 

Los bibliotecarios brindan buena atención al usuario. Siempre le preguntan qué libro busca y, como ya conocen el material que todavía no está clasificado, lo prestan, siempre y cuando el lector no se aleje de la sección en donde está resguardado.

 

Sidronio Reyes, bibliotecario del área de Filosofía y Psicología, comentó que en el turno matutino se consultan unos 150 libros al día.

 

La afluencia de la biblioteca se incrementó con el regreso a clases y los materiales con mayor demanda son las enciclopedias, diccionarios y textos de ciencias, opinó Ana María García, bibliotecaria de la sección de Bellas Artes.

 

Radiografía de desperfectos

 

En un recorrido realizado el viernes por los diferentes niveles de estantería de la Biblioteca Vasconcelos se observaron los siguiente desperfectos (sólo se enlistan los más visibles):

 

 

 

Planta Baja:

 

12 goteras

1 baño fuera de servicio

 

Primer nivel:

 

4 piezas de piso de mármol rotas

6 goteras

1 baño fuera de servicio

2 elevadores sin funcionar

 

Segundo nivel:

 

29 estantes cerrados

1 baño fuera de servicio

2 elevadores sin funcionar

 

Tercer nivel:

 

53 estantes cerrados

1 pieza de piso de vidrio estrellada

2 elevadores sin funcionar

 

Cuarto nivel:

 

28 estantes cerrados

25 goteras

6 piezas de piso de mármol rotas

2 baños fuera de servicio

2 elevadores sin funcionar

 

Quinto nivel

 

39 estantes cerrados

2 piezas de piso de vidrio estrelladas

2 elevadores sin funcionar

 

Sexto nivel

 

50 estantes cerrados

5 piezas de piso de vidrio estrelladas

2 piezas de piso de mármol rotas

2 goteras

 

Séptimo nivel

 

40 estantes cerrados

62 goteras

25 piezas de piso de mármol rotas

2 piezas de piso de vidrio estrelladas

2 baños sin pared

4 elevadores sin funcionar

 

Julieta Riveroll/AGENCIA REFORMA


Fonte: Clique Aqui
Divulgado por Biblios – Enviado para “biblios” em 13/09/2006

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OSWALDO FRANCISCO DE ALMEIDA JÚNIOR

Professor associado do Departamento de Ciência da Informação da Universidade Estadual de Londrina. Professor do Programa de Pós-Graduação em Ciência da Informação da UNESP/Marília. Doutor e Mestre em Ciência da Comunicação pela ECA/USP. Professor colaborador do Programa de Pós-Graduação da UFCA- Cariri - Mantenedor do Site.