En el marco de la cuadragésima quinta Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Secretaría de Desarrollo Institucional y la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información me otorgaron, “Como un reconocimiento por mi trayectoria profesional en la prestación de servicios de calidad en las instituciones de Educación Superior en México”, el diploma metálico Premio al Servicio Bibliotecario “Adolfo Rodríguez Gallardo” 2024. También me entregaron la medalla «Presencia de la UNAM a nivel Nacional e Internacional 2024». La ceremonia se realizó el 23 de febrero de 2024 en el Salón de la Academia de Ingeniería del Palacio de Minería. Comparto el discurso que con énfasis social pronuncié en esta memorable ocasión.

Honorable Presidium y Amable Auditorio

Como se afirma y se aprecia, la Bibliotecología es una disciplina y una profesión de servicio. Por esto, la expresión «servicio bibliotecario» tiene un gran significado teórico y práctico. La teoría se asimila principalmente en las escuelas sobre esta especialidad; la práctica se adquiere en los diferentes sistemas bibliotecarios institucionales al servicio de la sociedad. Durante toda mi vida profesional he pensado y comprobado que toda gama de servicios bibliotecarios necesita de sólidos fundamentos teóricos, los cuales solamente se pueden alcanzar a conocer a través de la investigación abierta a la inter-trans-y-multidisciplinariedad. Así, en mi búsqueda de sentido profesional en materia de servicios bibliotecarios, no me he limitado al estudio y desarrollo del tecnicismo.

En mi caso, la teoría la estudié, como saben mis colegas, en las aulas del Colegio de Bibliotecología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México; la práctica bibliotecaria la he desarrollado desde hace más de 35 años en el Sistema Bibliotecario de mi Alma mater, la UNAM. Por esto, el periodo más feliz de mi vida ha sido el relacionado con la práctica de mi profesión, pero habitualmente vinculada a la teoría y la historia. A mi juicio, los servicios bibliotecarios en el presente siglo han ascendido a un nivel que se han convertido en el relevante y pertinente motor de la sociedad de la información y del conocimiento. De modo que las bibliotecas académicas hoy en día no se han reducido a un simple recurso del escenario cultural universitario.

Como profesional de la Bibliotecología y Estudios de la Información, también he colaborado en el campo de la educación y en la producción científica de literatura especializada en el contexto iberoamericano. En relación con el trabajo docente, he coadyuvado a formar varias generaciones del mencionado Colegio y un tiempo también lo hice, con especial esmero, en la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía (ENBA). En materia de producción de literatura bibliotecológica he publicado artículos y capítulos de libros sobre bibliotecología, biblioteconomía, bibliología y bibliografía, algunos con perspectivas sociales, culturales y políticas. De modo que he logrado una vida profesional plena. En este sentido, la etapa más satisfactoria de mi trayectoria como bibliotecólogo ha sido ayudar a formar nuevos cuadros profesionales en las dos principales escuelas de bibliotecología/biblioteconomía del país, con la finalidad de contribuir en el desarrollo de más y mejores servicios bibliotecarios y de información que requiere la nación; así como en alentar la investigación sobre temas de bibliotecología social y política en Iberoamérica.

A través de esta labor profesional integral, he venido enfatizando la función social de las instituciones bibliotecarias; fomentando la relación de los servicios bibliotecarios en relación con la Declaración Universal de los Derechos Humanos; promoviendo la gestión de bibliotecas para comunidades socialmente vulnerables; para grupos plurales, interculturales y multiculturales; impulsando el conocimiento y cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030; promoviendo el conocimiento de las instituciones bibliotecarias en la esfera de los poderes públicos del Estado; inspirando a estudiar y analizar manifiestos, códigos de ética, directrices, guías, estatutos y reglamentos de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), de la American Library Association (ALA), del Colegio Nacional de Bibliotecarios, A. C., entre otros órganos colegiados nacionales e internacionales; destacando estudios sobre algunos personajes de la bibliotecología mexicana y de otras latitudes y otros tiempos; y desarrollando estudios en torno a la bibliografía en general y la bibliografía mexicana en particular.

Sabemos que es de bien nacido ser agradecido, por esto expreso mi agradecimiento a mi Alma mater por los conocimientos teóricos y prácticos que he adquirido para ser un ciudadano universitario útil a la sociedad que pertenezco. Con satisfacción y modestia manifiesto ser un buen ciudadano gracias a la educación pública universitaria que he recibido y continúo asimilando. Por esto, manifiesto mi perdurable gratitud y reconocimiento a mis docentes, colegas, estudiantes, familiares y amistades con quienes, a lo largo de los años, he intercambiado ideas y anhelos para mejorar nuestra disciplina y profesión; para superar obstáculos y enfrentar desafíos con la finalidad superior de innovar los servicios bibliotecarios de la UNAM en particular y de la nación en general; para aumentar, cuantitativa y cuantitativamente, la literatura de nuestra especialidad tanto en México como en Iberoamérica; para formar, titular y graduar a más personal idóneo para administrar y gestionar diversos sistemas bibliotecarios en las esferas pública, social y privada.

Por otra parte, agradezco también a mi colega, la doctora Angélica Guevara Villanueva, quien me sugirió y alentó con el fin de participar para atender la Convocatoria 2024 sobre el Premio Al Servicio Bibliotecario “Adolfo Rodríguez Gallardo”. Gracias también a todas las personas que me apoyaron, de una u otra manera, para obtener este relevante reconocimiento a mi trabajo profesional. En particular, gracias al Comité Asesor del Consejo del Sistema Bibliotecario de la UNAM, por continuar reconociendo a las y los profesionales de la Bibliotecología y Estudios de la Información, que permanentemente hemos estado forjando una trayectoria laboral y profesional significativa en el desarrollo de las bibliotecas académicas que pertenecen a las instituciones de educación superior de México. No puedo dejar de agradecer a los representantes de Bibliotecología y Ciencias de la Información (designados por el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad de Guadalajara y la Universidad Nacional Autónoma de México) que conformaron el jurado para determinar el dictamen inapelable de quien a su juicio debía ser el ganador del mencionado Premio. Gracias, muchas gracias. 

Este Premio, sin duda, me alienta para continuar colaborando en la mejora de la Biblioteca donde desarrollo colecciones y gestiono servicio con especial atención para una comunidad especializada en el campo de las matemáticas. Tengo la convicción que ayudo al fomento y estudio de las matemáticas en todo el país y no solamente a la educación e investigación científica de este campo dentro de la UNAM. Asimismo, estoy convencido que, con mi equipo de trabajo profesional y auxiliar, colaboro formando nuevas generaciones de licenciados, maestros y doctores en matemáticas.

También me estimula este Premio para colaborar en el buen funcionamiento del Sistema Bibliotecario Universitario de nuestra Alma mater; de seguir coadyuvando en los proyectos, planes y programas que lleva a cabo la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información de la UNAM en beneficio de las bibliotecas departamentales de esta máxima casa de estudios.

Así, no me queda más que manifestar mi júbilo y reiterar mi gratitud por este Premio.

¡Muchas gracias por su atención!

Ciudad de México, Palacio de Minería, 23 de febrero de 2024