BIBLIOTECAS, SOCIEDAD Y ESTADO


  • Relação entre as bibliotecas, as ações dos profissionais que nelas atuam e o estado.

BIBLIOTECOLOGÍA SOCIAL Y POLÍTICA I

En términos generales podemos plantear dos grandes líneas de estudio y análisis, esto es, de enseñanza e investigación en el campo de la Bibliotecología, a saber:

 

1) Bibliotecología social

2) Bibliotecología política

 

La Bibliotecología Social, a nuestro juicio, se ha venido proyectando en la literatura bibliotecológica mediante la unidad "Bibliotecas y Sociedad". Se trata de la articulación entre la bibliotecología y la sociología. Como punto de partida, preguntemos ¿cuáles son los objetos de estudio de una y otra? El objeto principal (institucional) de estudio de la primera disciplina es la biblioteca, y todos aquellos elementos, procesos, fenómenos y sujetos que giran en torno de ella (documentos, información, organización, servicios, bibliotecólogos, usuarios, etcétera); mientras que la segunda disciplina su objeto fundamental de estudio es la sociedad, y toda una serie también de elementos, procesos y fenómenos (población, comunidades, grupos, instituciones, vida, cultura, estructura, movilidad, estatus, evolución, cambio, etcétera). En este campo interdisciplinario, conexo entre sí, se ha construido, con diversas relaciones y matices, conocimiento bibliotecológico desde dos principales corrientes o escuelas:

 

A. La biblioteca como institución social en el marco de la sociedad, enclavada en el sistema capitalista.

 

B. La biblioteca como institución social en la esfera de la sociedad que responde al sistema socialista.

 

Jesse Shera con su libro Introduction to library science: basic elements of library service (Littleton, Colorado: Libraries Unlimited, 1976), es uno de los autores que representa la corriente bibliotecológico-social de pensamiento social-capitalista. En otro extremo, Horst Kunze, autor de la obra Grudzüge der bibliothekslehre (Leipzig: VEB Verlag, 1977, 4. Aufl), y Oleg Chubaryan Stepanovich con su libro Obshchee bibliotekovedenie (Moskva: Sovetskaëiia Rossiëiia, 1960. 202 p.; 2-e izd. pererab. i dop. 1968, 296 p.), son los autores más sobresalientes en relación con la bibliotecología marxista o bibliotecología socialista.

 

Esos autores, en primera instancia, coinciden en reconocer a la biblioteca como una institución social. Pero es Chubaryan el que alude a dos ideas conceptuales que figuran las dos principales aristas en cuestión: bibliotecología burguesa y bibliotecología socialista. La primera es aquella, según su punto de vista, que desarrolla enfoques técnico-formales del objeto institucional de la bibliotecología, omitiendo u ocultando los problemas sociales respecto a esta disciplina, limitándose así a la simplicidad pragmática, a la racionalización habitual de los procedimientos técnicos, visión a la que se aproximara años antes Pierce Butler en su obra intitulada An introduction to library science (University of Chicago: ALA, 1933); la segunda, la cual revela el papel social de las bibliotecas como instituciones ideológicas, se deriva de la bibliotecología soviética, aunque teóricamente se pudiese pensar en una bifurcación inversa. Es decir, en teoría la bibliotecología socialista puede apreciarse como un concepto de mayor estatus referente al de bibliotecología soviética. Referentes conceptuales en el que se vislumbra como eje orientador, por supuesto, la bibliotecología marxista. Planos teóricos cuya base es lo que se puede denominar como bibliotecología leniniana, la cual se centra en el quehacer (vida y obra) que en torno de los impresos y las bibliotecas llevó a cabo Lenin en la parte viva de las estrategias y tácticas de una revolución socialista.

 

Naturalmente, uno y otro ángulo de percepción de esas dos grandes categorías presentan ciertas dosis de incertidumbres y controversias que se puede dirimir con juicio crítico a través de investigaciones profundas, considerando para esto las diversas coordenadas de tiempo y espacio. Chubaryan es quien, en el contexto soviético, nos da luz para contrastar ambas corrientes, además que sus apreciaciones, cabe subrayar, parten de la obra y acción (praxis) de Lenin en el universo de los libros y las bibliotecas. Con base en aquellos y otros autores (Frederick Wilfrid Lancaster, James Thompson, Konstantin Ivanovich Abramov, Georgia Polikarpovich Fonotov) mucho se puede discutir y reflexionar respecto a estas dos corrientes de análisis y estudio.

 

La bibliotecología social burguesa se asocia a la categoría que se conoce bajo el nombre de sociología burguesa, la cual refleja, defiende y afirma las relaciones sociales capitalistas en todas las esferas de la vida material, social, política, económica y espiritual del ser humano. La «bibliotecología burguesa» es la que se desarrolla para favorecer principalmente a los grupos sociales que conforman la clase dominante en la sociedad capitalista, esto es, de quienes disfrutan una cómoda situación económica (principalmente la que se refiere a la alta y media burguesía), poseedora de los medios, materiales e intelectuales, de producción y que vive a costa de la explotación del trabajo asalariado, caracterizándose así por su conformismo social. La bibliotecología social socialista se vincula con la sociología marxista, la cual estudia, para poner al descubierto, el desarrollo, la naturaleza y funcionamiento de las relaciones económicas, sociales y políticas en todas las esferas de la vida material, social, política e ideológica del ser humano como sujeto y creador de la historia. La bibliotecología social socialista es un símbolo intelectual de alternativa social y política, pues se crea como una oposición a la bibliotecología social burguesa.

 

Ambos conceptos en torno de la ciencia sociológica (sociología burguesa y sociología socialista) son utilizados por V. Rozhin en su libro Introducción a la sociología marxista. Desde esta perspectiva, la bibliotecología social significa, en general, doctrina de la unidad «bibliotecas y sociedad», plano cognitivo en el que se reconoce que sólo puede haber bibliotecas donde hay sociedad. Así que todo lo que se refiere, directa o indirectamente, a las instituciones bibliotecarias en el contexto de la sociedad puede ser considerado como objeto general o específico de estudio. Es por esto que la sociedad, como objeto de investigación sociológica, es objeto de estudio de numerosas disciplinas sociales y humanísticas y no solamente de la sociología. La bibliotecología considerada, tanto por la escuela social capitalista como por el pensamiento social socialista, como ciencia social resulta no ser la excepción al respecto.

 

En relación con la Bibliotecología Política, el nexo se expresa mediante el análisis y estudio que se puede hacer entre la Bibliotecología y la Politología, es decir, la teoría política. De acuerdo con la doctrina del Estado moderno, ésta se constituye por la teoría general del Estado y del derecho del Estado. En torno de este nuevo enfoque, no hay autores relevantes que hayan indagado respecto a esta dimensión cognitiva que bien podría sumarse a la Enciclopedia Política, constituida ésta con base en la integración de varias disciplinas que desde hace tiempo se vienen cultivando: Filosofía Política, Economía Política, Derecho Político, Sociología Política, Antropología Política, Pedagogía Política, etcétera. Este campo, en el que se puede destacar la relación "Bibliotecas y Estado", es prácticamente virgen, pues no se ha publicado explícitamente una "teoría política de la biblioteca", no obstante que hay elementos suficientes que la literatura bibliotecológica ha venido matizando, aunque de manera tangencial, superficial o implícitamente en torno de ese nexo. A los bibliotecólogos contemporáneos nos corresponde desentrañar esta esfera de conocimiento inter-multi-trans-disciplinario.


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FELIPE MENESES TELLO

Cursó la Licenciatura en Bibliotecología y la Maestría en Bibliotecología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Doctor en Bibliotecología y Estudios de la Información por la (UNAM). Actualmente es profesor definitivo de asignatura en el Colegio de Bibliotecología de la Facultad de Filosofía y Letras de UNAM. En la licenciatura imparte las cátedras «Fundamentos de Servicios de Información« y «Servicios Bibliotecarios y de Información» con una perspectiva social y política. Asimismo, imparte en el programa de la Maestría en Bibliotecología y Estudios de la Información de esa facultad el seminario «Servicios Bibliotecarios para Comunidades Multiculturales». Es coordinador de la Biblioteca del Instituto de Matemáticas de esa universidad y fundador del Círculo de Estudios sobre Bibliotecología Política y Social (2000-2008) y fue responsable del Correo BiblioPolítico que publicó en varias listas de discusión entre 2000-2010. Creó y administra la página «Ateneo de Bibliotecología Social y Política» en Facebook.